Líbano es un país que refleja su incorporación en la globalización por todas las áreas. La variada cultura, más su arquitectura, economía, acciones diplomáticas y tecnología presentes en esta nación son claros ejemplos de como este país se ha ido insertando en el mundo globalizado, sin quedar al margen del progreso.
En Beirut existen edificaciones propias de países árabes, con grandes mezquitas para la población musulmana, a la vez de países occidentales con iglesias maronitas u ortodoxas para los cristianos y con una serie de rascacielos modernos, siendo una de las ciudades más vanguardistas y occidentalizadas de Medio Oriente. A lo largo de su historia han recibido inversiones extranjeras para reconstruir las ciudades después de las guerras, en donde han participado tanto países medio orientales como europeos.
En Beirut existen edificaciones propias de países árabes, con grandes mezquitas para la población musulmana, a la vez de países occidentales con iglesias maronitas u ortodoxas para los cristianos y con una serie de rascacielos modernos, siendo una de las ciudades más vanguardistas y occidentalizadas de Medio Oriente. A lo largo de su historia han recibido inversiones extranjeras para reconstruir las ciudades después de las guerras, en donde han participado tanto países medio orientales como europeos.
Mantienen relaciones diplomáticas con 16 países de África, 11 de América, 22 de Europa, 20 de Asia y 1 de Oceanía.
Su capital es actualmente considerada como uno de los centros financieros y comerciales más grandes y modernos.
Su economía esta basada principalmente en la actividad financiera y el turismo. No poseen ningún recurso importante que atraiga interés de las grandes potencias pero sí son una vía directa entre oriente y occidente, lo que lo hace una zona muy atractiva. Se mantienen a flote con los negocios, sin embargo tienen mucha corrupción y se están tomando medidas para controlar el lavado de dinero.
Su capital es actualmente considerada como uno de los centros financieros y comerciales más grandes y modernos.
Su economía esta basada principalmente en la actividad financiera y el turismo. No poseen ningún recurso importante que atraiga interés de las grandes potencias pero sí son una vía directa entre oriente y occidente, lo que lo hace una zona muy atractiva. Se mantienen a flote con los negocios, sin embargo tienen mucha corrupción y se están tomando medidas para controlar el lavado de dinero.
Por otro lado, Líbano no se ha quedado atrás en el ámbito tecnológico. Hay un gran uso de las redes sociales, por ejemplo Facebook, mediante la cual pudieron participar de la primavera Árabe. Además se puede ver un importante uso de la tecnología de parte del grupo Hezbollah, que dispone de un canal de televisión llamado Al- Manar, que transmite, en distintos idiomas, mensajes antisionitas que fomentan la resistencia e ideología chií.
Estos son claros ejemplos de como este país se ha ido insertando en el mundo globalizado, que no siempre hace justicia respecto a su realidad en comparación a países de occidente. Hace poco podemos ver el caso de los atentados de Beirut, que dejaron 42 muertos, unos días antes de los de Francia. Todos los medios de comunicación dieron cobertura total al país europeo, habilitando incluso nuevas habilidades en Facebook para indicar si estaban bien o no, sin embargo, el mundo no se enteró de la situación de los libaneses, y lo mismo ocurre día a día, en los miles de atentados que ocurren en la zona de medio oriente.
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